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viernes, 3 de junio de 2011

Improvisar.

Nada de cálculos ni de ecuaciones, en esta historia no se admiten incógnitas ni funciones. No existen teoremas ni fórmulas secretas; solo improvisaciones. Así que ¡Improvisemos!

Yo improviso un mordisco. Tu susurras un te quiero.
Nos perdemos aquí y allá sin importar lo que pasará. Y tiene gracia. Por una vez me aplico el cuento de vivir el momento. Y no pienso en nada más que en tenerte cerca cada segundo del día.

Tú improvisas mil caricias. Yo quiero parar el tiempo.
Y palabras, y canciones y sonrisas. Y perdemos el sentido al mirarnos a los ojos.
Y, en un intento de entender lo que estoy sintiendo, cierro los ojos y pido que no seas un sueño, y que al abrirlos te siga teniendo; me sigas queriendo. Y los abro. Y ya no hay nada que pueda pedir, porque te tengo a ti y lo tengo todo.

2 comentarios:

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