Siempre fui de esas que se esconden y observan lo que les rodea.
Siempre pensé que así era más fácil, intentando ser invisible, ser la sombra de los demás.
Y que nadie te pregunte, que nadie te conozca, que nadie quiera saber.
Me dedicaba a observar y preguntarme ¿por qué?
Pero eso cambió. Yo cambié. Todos cambiamos.
En algún momento decidí que ya estaba bien de hacer preguntas sin buscar respuestas.
Que prefería que otros preguntaran y yo decidiera si responder o no.
Que sí, que lo sé, que no se me da bien decidir.
Pero basta, ¿qué importa? Yo sé lo que de verdad importa:
VIVIR
Y tratar de ser feliz, pero eso ya es más complicado.
Aunque se consigue, de eso no cabe duda.
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