Si algo ha aprendido es a no dar importancia a lo que pueda pensar la gente; la vida es demasiado corta como para no quererse. Puedes mirar atrás pero nunca deterte. Porque el tiempo no se detendrá para ti ni tú podrás hacer que se detenga. Vive cada momento, disfruta cada instante.
Lucha por lograr lo que quieres.
Sigue caminando sumergida en alguna canción a un volúmen demasiado alto. Va distraida y tropieza. Cae al suelo, se avergüenza. Pero es solo un segundo. Vuelve a ponerse en pie. La rojez desaparece de su cara. Y otra vez ya no le importa nada, se ríe de sí misma por lo torpe que llega a ser y lo poco que llega a importarle. ¿Qué más da caer si puede levantarse y seguir siendo feliz?
Si te sientes bien, ¿qué más da que sea perfecto?
La vida es un fluir de incorrecciones; un directo
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