Recuerdo tras recuerdo, contemplo como te aproximas. Mi boca
empieza a curvarse, tu cuerpo empieza a acercarse... Me tiemblan las piernas solo
con pensar en tenerte delante; tanto tiempo a tu lado descubriendo en tu regazo
cada estrella fugaz, y aún me pone nerviosa verte llegar.
Y una caricia, y un beso,
y tus manos enredándose con mi cintura en un extraño baile al compás de
melodías aún por componerse. Suspiros lanzados quién sabe a qué viento y en qué
momento que se mezclan en mi mente con destellos de una felicidad intermitente
a cada paso que das.
Llovía a mares; habíamos olvidado el paraguas y las ganas
de decir adiós. Perdimos un par o tres de minutos mirando un atardecer que
anaranjeaba tu mirar, ya de por sí brillante a rabiar. Tú mirabas el cielo, yo
te observaba a ti. Habría parado el tiempo en ese instante de haber podido,
pero de haberlo hecho cientos de momentos como ese me habría perdido.
Suenan en mi mente las notas desordenadas de aquella
melodía, a veces tuya, a veces mía, siempre nuestra.
Buenos días amor; hoy comienza nuestro siempre
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¡Hola Bloggers!
Ultimamente no publico muchas entradas, pero es que no tengo tiempo para mucho con todos los exámenes que tengo.
El texto de hoy es un fragmento de una carta que escribí para un concurso de cartas de amor.
Solo puedo decir que es precioso, me ha encantado. No suelo comentar a mucha gente pero después de leer esta entrada sentí la necesidad de hacerlo. Sigue escribiendo así, que aquí tienes una seguidora. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias de verdad :D Me alegro mucho de que te guste :D
ResponderEliminarUn besazo!