Tener de nuevo esa sensación. Ser nuevamente prisionera de las dudas.
"¿Habré hecho bien? ¿Habré hecho mal?" Y ese no saber lo que pasará, y ese no saber lo que quieres. Esperar una respuesta que no llega a una pregunta en la que no quieres ni pensar.
Odio tomar decisiones. Lo único que consigo es darle vueltas a si he tomado la correcta o no. Pero así es mejor. Sí... Con el tiempo lo entenderás. Y yo también. Sé que siempre me ha gustado eso de "solo viviendo lo sabremos", pero para vivir hay que perder el miedo. Y yo tengo miedo.
Y dudas y dudas y más dudas. Y al final llego a este punto: "me da igual". Sí, lo sé, estoy mintiendo; no me da igual, pero al parecer inconscientemente he hecho de ese " me da igual" mi protección. Me escondo tras esa frase para aparentar esa fuerza que no tengo y que tanto necesito.
No puedo ni sé explicar lo que está pasando por mi cabeza ultimamente. Los pensamientos rebotan en ella para después chocar contra otros más grandes o quizá mas importantes y romperse en mil pedazos. Y esos pedazos pasan después a formar parte de mis recuerdos, a los que como podeis comprobar les tengo más que cariño. Todo cambia en mi mente. Todo menos esa duda: ¿qué pasará después?
sábado, 30 de abril de 2011
jueves, 21 de abril de 2011
So much time...
Tengo demasiado tiempo que gastar desde entonces y no sé qué hacer con él.
Cada segundo que pasa se va haciendo más grande el silencio y más pequeñas las ganas de olvidarlo.
¿Por qué si me hiciste tanto daño sigo queriendo arreglarlo?
Una gota insignificante de lluvia se desliza por la ventana y me trae aún más recuerdos.
Cierro los ojos ojos y te veo... Pero después los abro y te has ido de nuevo.
Aunque, en realidad, quien se ha ido he sido yo. Sin prisas, sin correr. Contemplando a mi alrededor como se rompía el ayer. He huído del dolor. Y ahora tú has vuelto y yo...
No sé que debo hacer.
Pol 3.14
No consigo recordar por qué motivo me fui...
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Ricordi
jueves, 7 de abril de 2011
¿Cómo?
¿Cómo he llegado hasta donde estoy ahora? ¿Cómo he logrado dejar atrás todas esas cosas que creía imposibles de olvidar? ¿Cómo he hecho para pasar página? ¿Cómo? Mil preguntas. Cero respuestas. Tal vez sea cierto eso de que en el fondo es mejor no saberlo. De alguna manera todos somos un poco más felices viviendo en la ignorancia. Como yo. Yo era feliz no sabiéndolo. Me había creado un mundo basándome en aquello que creía eterno y que me hacía feliz. No veía más allá de ese mundo. Pero mi ignorancia duró poco, al igual que mi felicidad.O eso creia yo. De eso hace más de un año, y ¿sabeis qué?: lo he vuelto a hacer. Eso es lo bueno de la vida, que aunque te ponga la zancadilla siempre te da la oportunidad de levantarte, de seguir adelante, de volver a reir, de volver a Amar. Y no podemos dejar que esas oportunidades desaparezcan aunque acaben convirtiéndose en un nuevo fracaso, de esos que recuerdas durante muchos días seguidos sin poder hacer nada por cambiarlo, por volver atrás, por enmendar lo que hiciste mal. Aunque tal vez no sea tarde. Nunca es tarde para el amor o, al menos, eso dicen. Puedes vivir la vida de dos formas, lamentándote por todo lo que la vida no te dió, o disfrutando de lo que si tienes... Tú eliges
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